22 de noviembre de 2010

¡¡ AINS !!

La luna sigue en alto cuando camino hacia el autobús. Y ahí sigue cuando llego a la facultad. Una no rinde como debería a las 8 de la mañana. Y es que la universidad es como una dieta: al principio hace ilusión, luego compruebas que no es tan fácil como creías, después te cuesta cumplir como te prometiste y al final lo acabas dejando. Con una excepción. No puedes dejar la universidad de lado. Es como la fonética, que siempre te persigue. Ah sí... Y tampoco estoy cumpliendo con la dieta.

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